miércoles, 6 de abril de 2011

Ilulissat

25-Agosto-2010
Hoy hemos visitado la ciudad de Ilulissat (69º13'N 51º'6W), uno de los lugares más esperados en este viaje. Y no por la propia ciudad, con 4.000 habitantes y unos 2.500 perros, pues es una ciudad grande para los tamaños de Groenlandia, sino por un fiordo cercano donde termina uno de los glaciares más activos de todo el hemisferio Norte.
Así que, después del desayuno, nos han dado una bolsita con la comida y nos hemos dirigido, por un camino muy bien señalizado, al famoso fiordo. Al llegar al mirador no hemos podido ver mucho, porque había una densa niebla ocultando el paisaje.

Pero teníamos todo el día, así que hemos esperado pacientemente a ver si despejaba. Y poco a poco se fue levantando la niebla, dejando ver los picos más elevados de los icebergs.

Este fiordo tiene 40 Kms de largo y está lleno de los bloques de hielo que se desprenden del glaciar. HAce muchos años el glaciar llegaba justo hasta este lugar, pero el cambio climático le ha hecho retroceder, de forma que los bloques de hielo se quedan aquí apiñados, hasta que se abren paso hacia el mar abierto o se derriten. Es un lugar tan especial que ha sido declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
El paisaje es tan alucinante que te puedes estar horas simplemente sentado viendo las infinitas formas de los icebergs.

Nosotros tuvimos mucha suerte y, mientras esperábamos a que levantara la niebla, vimos una bandada de gansos sobrevolar el hielo:


Cuando la niebla nos dejó ver todo el paisaje la escena se mostró espléndida.


Nosotros nos dedicamos a fotografiar y disfrutar de la vista mientras tomábamos nuestro almuerzo. Otros miembros de la expedición se arriesgaron con un viaje en helicóptero por todo el fiordo, y tuvieron mucha suerte pues pudieron verlo en toda su extensión y esplendor.
Pero todavía quedaba mucho más: por la tarde, ya sin niebla ni nubes, fuimos a dar un paseo en las zodiacs por el borde exterior del conjunto de icebergs, donde quedan atrapados enormes bloques de formas imposibles.





Parecían enormes catedrales de hielo, reflejando la luz con todos los tonos del azul.
Por supuesto, no faltaron las ubicuas aves marinas:


Habíamos visto muchas fotografías de Ilulissat, que en Groenlandés significa precisamente"iceberg", y después de este día creo que es uno de los lugares que justifica plenamente el viaje a Groenlandia.


Anything more wonderful than the polar night does not exist.
It is a dream-like sight. It is a light poem of all the finest and most delicate tones of the soul.
Fridjof Nansen

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