Una vez alcanzado el punto más al Sur de nuestro viaje nos dirijimos lentamente al Norte, por la bahía Marguerite, hasta la isla Horseshoe. Por el camino podemos ver, entre la niebla, grandes montañas y glaciares, con sorprendentes icebergs flotando muy cerca del barco.





Algunas rocas de la isla presentan unas vetas de color verdoso, debido al cobre. No podemos dejar de pensar que, si no fuera por la protección especial a que está sometido este continente, ya habría países explotando sus recursos naturales.

Un grupo sube a lo alto de una colina, desde donde se tiene una buena vista del lugar, aunque tienen que cruzar una peligrosa placa de hielo:

Justo antes de abandonar la isla tenemos la oportunidad de ver por primera vez a unos pocos pingüinos de Adelia:

Durante la cena el capitán del barco decide explorar el fiordo Bourgeois, pues nunca ha estado allí y parece que está libre de hielo. Es un fiordo muy estrecho, donde nos encontramos con enormes icebergs tubulares:

Al acercarnos podemos contemplar las bellas tonalidades azules de su interior:

No hay comentarios:
Publicar un comentario